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PISCIS: HORÓSCOPO DEL EQUINOCCIO 2017
PISCIS
Los piscis, se sabe, necesitan emocionarse y amar la vida. Sin emociones, se sienten como un Pez fuera del agua: andan a tientas. Desde 2012, esta necesidad de volver a emocionarse, quizás cambiando de vida, ha inflamado tu cielo: algunas rutinas han empezado a quedar un poco “estrechas” y muchos de los que han nacido bajo este signo han sentido la necesidad de enamorarse de nuevo de su propia vida y de descubrir su propia potencia emotiva a través de nuevas actividades, estímulos o relaciones.
Ha sido necesario perderse, vagar por tierras inexploradas y por nuevos proyectos. “Perderse” significa perder las ideas preconcebidas, soltar los miedos, ampliar los horizontes y ver algo nuevo. “Perderse”, a veces, representa la única manera para “reencontrarse”. En el libro del año pasado, he utilizado “Hacia rutas salvajes”, para contar esta imponente necesidad de romper una éstasis que se estaba convirtiendo en algo sofocante porque hacía falta ampliar los horizontes y descubrir el amor por la vida. Aquel precioso “perderse” para tí ha significado dejar ir ideas preconcebidas, rigidez, elevarte más allá de la vida cotidiana, parar de pensar en que las cosas no tienen que cambiar, y ya no defender un confín que te divida de los demás para volver a sentirte vivo.
Sin embargo, quien haya visto la película recordará que no tiene exactamente lo que se suele definir un “final feliz”, ya que Chris Mc Candles perderá para siempre el camino de vuelta. El subtítulo de tu cielo de los últimos años, en cambio, es “Perderse para rencontrarse”, y para evitar que te pierdas por el camino, desde la mitad de 2015 ha llegado Saturno quien te ha empujado a reencontrar el camino de vuelta para que todos los estímulos pudieran bajar a la tierra y convertirse en proyectos, actividades y relaciones que tengan sentido.
Por esta razón, desde 2015 el cielo parecía un viaje de vuelta al nostos de Ulises hacia Ítaca, o el de E.T. hacia su propio planeta de orígen, porque cada evasión hacia territorios extremos tiene dos posibles finales: o te vuelves a casa con el elixir de un nuevo conocimiento, o te pierdes el camino. En tu caso esta última posibilidad no está contemplada, porque Saturno te obliga a navegar con ojo cuidadoso entre los vientos y las corrientes, con una meticulosa planificación de la ruta, hacia un nuevo puerto seguro. El cielo del último año y medio ha representado para tu signo un recorrido de formación a veces severo que siempre te ha puesto delante del realismo de tus iniciativas: la factibilidad, la realización, la sostenibilidad económica y organizativa de tus proyectos laborales o personales ha sido a menudo un aparente “límite” para tus deseos, aunque todo te hizo falta para que caminaras manteniendo los pies en un suelo sólido y real.
En concreto, el cielo del año pasado ha sido muy pesado: te ha empujado a jugar bien tus cartas, a no bajar la guardia, a no perder de vista nunca el realismo de las cosas y a seleccionar los objetivos por los que valía la pena dedicar el tiempo, las energías y los esfuerzos. Has adquirido el poder mágico de la palabra “no” pronunciada en el momento adecuado, lo que te ha permitido trazar la línea y a poner más energía en tus tareas.
Sales de esta fase totalmente diferente y listo para enfrentarte a lo que será para tí el último año de formación y para por fin “graduarte” en una vida de nuevas satisfacciones. En mi página Facebook, sigo leyendo que muchos de los que han nacido bajo este signo han perdido muchos puntos de referencia (desde los problemas más sencillos hasta los más importantes), se han perdido y desplazado, o incluso viven en un limbo en el que la vida de siempre ya no es, mientras que la vida que debe venir, aún no es.
Es cierto, Saturno trabaja a menudo “por sustracción” y te muestra lo que estás a punto de llegar a ser a través de lo que ya no eres: relaciones que acaban y que te enseñan que quieres alguien diferente, actividades laborales que no despegan y que te empujan a mirar más allá de tí. Pero, de esta manera, quitando elementos poco a poco, muchos de los nacidos bajo el signo han sentido que el “vacío” tomaba forma alrededor de sí mismos.
Este conjunto de reflexiones me ha vuelto a recordar la espléndida escena final de “La historia infinita”, con Bastián y la Infanta Emperatriz el uno en frente del otro: es todo oscuro (“al principio siempre es oscuro”, dice ella) la Emperatriz tiene en la mano un único grano de arena brillante. “Es todo lo que queda de tus sueños, y cuantos más sean tus deseos más Fantasía será brillante”.
De la misma manera estás viviendo ahora algo que se parece al “oscuro de los comienzos” de que habla la Infanta Emperatriz, aunque sólo en la oscuridad se advierte una nueva luz: solo un jarrón “vacío” puede acoger lo nuevo. Y tú tienes que recibir muchas cosas “nuevas”.
Este año, de hecho, es una semilla de nueva vida. Cuanto más pura es la semilla, más rápidamente crecerá la planta: ideas claras, objetivos realísticos, estrategias bien focalizadas te llevarán con naturaleza y facilidad a dar vida a algo bueno en el trabajo, que se revelará finalmente como tu camino.
Es el año en el que todas las novedades que han llegado a formar parte de tu vida desde 2012 empiezan a producir frutos porque, en cambio, en el duro gimnasio de los años pasados, has aprendido a hacerlas funcionar mejor. Es un año que, sobre todo en la segunda parte, habla a gran voz de expansión, de ocasiones para ampliar los horizontes y volver a empezar. Esto se sabe, hace falta presión para darle la vida a un diamante. En los últimos años, entre esfuerzos y dificultades, sólo has podido ver una innegable presión.
2017 volverá a poner las cosas en la correcta perspectiva: ya no hay pruebas y dificultades, y entre tus manos vas a encontrar el diamante a partir del cual has aprendido a construir. También en el amor, el cielo del último año y medio ha transformado radicalmente muchos de los nacidos bajo el signo. Hay otro tema increíble para tí en “La historia infinita”: Bastián es el verdadero salvador de Fantasía, aunque ignora serlo.
De la misma manera, en los últimos años muchos Piscis se han dado cuenta de que no le hace falta un salvador, o, mejor dicho, han entendido que son los únicos “salvadores” de su propia vida. Parece una frase retórica, pero a partir de aquí todo cambia (a mejor) en las relaciones. El otro deja de ser un “apoyo” y se convierte en un estímulo que enriquece y completa. Ya no hay la necesidad de ser amado para tener una constante confirmación del propio valor que ha marcado el pasado, y al mismo tiempo se afirma una nueva conciencia de sí mismo que lleva a elegir con más libertad a las personas que merecen la atención y a aquellas que, en cambio, no la merecen.
Acaba el tiempo del pequeño pez Nemo, el espantadizo que ve sus propios límites con miedo y pesimismo y que deja espacio a la Era de un delfín enérgico y determinado, que no tiene miedo de bucear en las aguas abiertas de nuevos y más ambiciosos proyectos de vida.
Para los corazones solitarios, esto significa ir en contra de un nuevo amor sin olvidarse de sus propias prioridades personales, sobre todo entre febrero y mayo, cuando Venus cumple un movimiento retrógrado que pondrá a los Piscis en frente de esta clase de vida: amor sí, sacrificio no. El pasaje del invierno a la primavera será un período de oro para los encuentros, y solidez y concreción serán la prueba de fuego para analizar las nuevas relaciones: todas aquellas que empiezan con perfiles de instabilidad o clandestinidad, con parejas pendientes, o sin grandes perspectivas de evolución, este año están destinadas a quedarse fuera. Sin embargo, a través de algunos “noes” a las nuevas relaciones que no tienen piernas para crecer en el tiempo, te focalizarás en los “síes” importantes para tí, en tus nuevas “reglas”, y esto te permitirá entrar en una nueva relación poniéndolo en claro todo desde el principio.
En fin, este año es un hito para tu crecimiento porque realiza un resumen perfecto del cielo de los últimos años: “perderse para reencontrarse”. Desde 2012 hasta 2015 te has “perdido”, vagando por recónditas magnitudes de tu mundo interior.
Desde 2015 hasta hoy, has tenido que recuperar el realismo, “reencontrándote” y eligiendo el camino justo para tí, 2017, porque más allá del realismo, este año vuelve a llevar el amor en tus proyectos, en tus iniciativas y en tus relaciones, convirtiéndote en la versión mejor para tí mismo: poeta sí, pero de la métrica justa.
© Simon & The Stars
© Translation: Nicolò Porcellato